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miércoles, 23 de mayo de 2012

Capitulo 3. andrew & cristina


-Hermano Andrew,… me voy a ir con mis nuevos padres…. Me adoptaron…-dijo Caterina, a la niña se le quebró la vos un poco, porque aunque estaba feliz de tener  padres, Andrew había sido como un hermano para ella desde que era una bebe en el orfanato, ella le decía hermano mayor y él le decía enana….



Andrew se levantó del sofá y se acercó a la niña quien seguía con la mirada clavada en el suelo de madera de la biblioteca… bueno, no era como si esto no le hubiese pasado antes…. Ver como muchos de esos niños con los que había crecido y visto crecer a lo largo de su vida junto a él en el orfanato se iban a lo que él esperaba fuera una mejor vida, que los adoptaran le hacia muy feliz, porque tendrían eso que el nuca tuvo.



Andrew se arrodillo frente a Caterina para estar más o menos a la altura de la pequeña, se la quedo viendo un momento y luego la abraso con cariño…

-tranquila, mi enanita… todo estará bien- de nuevo miro a la niña- esto es algo bueno para ti… y eso me hace muy feliz…- Y le dio una pequeña sonrisa.



Andrew tuvo que levantarse y salir de allí, por culpa de ese sentimentalismo que no podía evitar mostrar, y que le desagradaba la mayor parte del tiempo. Termino de tomar las cosas en su morral del colegio y salió de la biblioteca dedicándole una última mirada a su pequeña Caterina y alboroto su cabello con su mano al acariciarlo por última vez…



Adiós, onni-chan…- la niña no pudo resistir en llamarlo así por última vez, tenía unas pequeñas lagrimitas sentimentales en los ojos y un poco de rosa en las mejillas. Y mientras salía, Andrew al escucharla no pudo evitar que una pequeña sonrisa por la mescla de emociones, apareciera en su rostro.



Andrew camino por el pasillo que conducía hasta la entrada de la casa con paso decidido, pero tenía algunos sentimientos alborotándole el pensamiento, y era algo que no podía evitar que pasara. . .

  Salió del orfanato y se encamino por la acera de la calle a caminar como casi todos los días hacia al colegio de monjas al que iba desde que era un niño… hay estudiaban otros huérfanos y también chicos y chicas que no eran huérfanos…  como dos de sus mejores amigas y la mayoría de sus compañeros idiotas de salón con los que no hablaba mucho… repentinamente, pesando en eso le vino a la mente las imágenes de Cristina y Daniela a su mente….

Últimamente pasaba más tiempo con ellas dos, eso le gustaba, así no tenía que escuchar tantas de las tonterías que a veces decían sus amigos. Y tenían bastante en común, esa eran una de las cosas que los había unido estos últimos meses…



Andrew  llego al colegio de monjas, aún era temprano, y eso que estaba nervioso por si llegaba tarde, no quería que las monjas lo regañaran por llegar tarde…



Iba caminando por un pasillo que se dirigía al salón de último año cuando percibió un olor a caramelos que le resultaba extrañamente familiar…

-Por qué no puedo usar mi cabello como yo quiera?...- dijo la voz de una chica de cabello teñido de naranja, y de dónde provenía el olor .



-señorita Jiménez,  no discutiré esto de nuevo con usted!...- se escuchó la voz de la monja josefina que era la directora de disciplina del colegio.





Andrew sintió la necesidad de detenerse y no cruzar por el pasillo, pero lo pensó un poco mejor…y estas cosas viniendo de su amiga parecían algo más usual de lo normal.





-Si viene mañana con el cabello así, llamare a su padre…- escucho Andrew que decía la monja.



No me importa… igual tengo que venir… -pensó cristina.





Andrew estaba asomado por las escaleras viendo aquello, decidió ir en reversa después de aquello porque le pareció que sería incomodo si pasaba y lo vieran…





-Señor Andrew!...- escucho que decía la monja,…bueno, que le gritaba, y se quedó helado allí mismos.



-sí, señora…?-fue lo único que le salió allí detenido…





Cristina, al escuchar que la monja pronunciaba el nombre de Andrew, se voltio y miro con brillo en los ojos al chico pero sin decir nada aun…



-ven un momento muchacho… -dijo con su voz casi transformada de lo amable y le sorprendió, aunque después de pensarlo un segundo, no había razón para que no fuera así.



Así que se acercó a ellas un poco tímido, cristina lo miraba con una de sus hermosas sonrisas, la saludo dándole una tímida sonrisa, la monja le pregunto algunas cosas sin mucha importancia y dio por terminada el asunto con cristina el cual fingió no haber escuchado cuando la monja se lo pregunto, y para terminar el asunto los mando a su salón a cada uno.





La monja veía como Andrew y cristina se iban caminando.



-Tal vez el influya en ella….- dijo para sí misma la monja con cara pensativa.



-o tal vez ella lo corrompa…- se escuchó que decía una voz y la monja se sorprendió volteando asía detrás suyo…

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