Vistas de página en total

miércoles, 23 de mayo de 2012

Capitulo 5. parte 1. andrew & cristina



Ya era viernes por la tarde, volví bastante cansado de clases, me había dado un baño, me puse ropa cómoda y me encontraba tirado en uno de los grandes sofás de la sala con un cuaderno de dibujo y lápiz en mano… por la ventana al lado del sofá se podía ver a varios de los niños del orfanato jugando y corriendo por el césped.


Por alguna razón me sentía muy cansado y me estaba quedando dormido pero sentí que debía quedarme despierto, así que me puse a dibujar en el cuaderno que traía.

Después de varios trazos ya casi estaba lista la chica con uniforme de colegiala japonesa de mi cuaderno que me sonreía, y como siempre, cuando técnicamente ya estaba listo el dibujo, no podía evitar siempre querer perfeccionar  cada detalle, por que no puedo  evitar ser perfeccionista con muchas  de las cosas que hago.  





 (Andrew seguía dibujando…. Pero pronto caería dormido y a lo lejos en una habitación que era utilizada como una pequeña salita para recibir visitas y atender llamadas importantes, el teléfono que estaba en una mesita al lado de unos papeles sonó.)





(En la cocina de la casa, la madre superiora y margarita se encontraban cocinando y al escuchar que sonaba el teléfono, margarita se lavo las manos y aun con el delantal puesto y sosteniendo el trapo de secarse las manos, salió al pasillo a atender el teléfono de la salita)



 -hola?...  quien habla?....- dijo margarita con amabilidad.



-buenas tardes, margarita soy el señor schwer –la voz del hombre que provenía del teléfono rápidamente fue reconocida por margarita, quien aunque se sintió algo contenta al escucharlo, también se extraño, porque hacia tiempo que ese hombre no llamaba

 –señor schwer, que bueno escucharlo de nuevo… ¿como esta?



-bien, bástate bien. Gracias por preguntar… ah, yo… llamaba porque necesito hablar con el padre germanio y la madre superiora Sofía, con respecto a unos sobre, mas que todo, el joven Andrew  y otras cosas… - termino de decir el hombre, con ese tono calmado, pero siempre serio.





-o… ya veo… si señor, pero en este momento el padregermanio no se encuentra. Pero la madre superiora si esta aquí, quiere que la llame para que hable con usted?... – pregunto rápidamente, recordando que era el tipo de hombre al que no le gusta perder tiempo.



-si, hazlo por favor-dijo simplemente.









(Margarita dejo el teléfono en la mesa y intentando correr de una forma silenciosa, cruzo el pasillo hasta llegar a la cocina de nuevo)





-madre superiora… es el señor schwer, quiere hablar con usted, creo que es sobre Andrew… -dijo margarita, un poco agitada mirando a la madre superiora quien tenia harina sobre su delantal y la miro incrédula por un momento…



 -el señor  schwer?... (Ese hombre no había llamado en meses… jamás a dejado de ser un adicto al trabajo) pensó. Y luego continuo: ha… de acuerdo, veamos que quiere.



(La madre superiora se lavo las manos rápidamente y todavía sosteniendo el paño de secarse las manos, camino a tomar el teléfono)





Cuando la madre superiora tomo el teléfono noto que el señor schwer estaba hablando con una mujer, posiblemente su secretaria.



-disculpe… señor schwer?



-ha! Madre superiora, que bueno oírla, como esta?...- dijo en un tono un poco distraído y casi parecía nervioso…



-muy bien, gracias por preguntar señor, hace tiempo que no lo oía…- dijo en tono amable la madre, pero serio.

-ha, si… es que he estado muy ocupado  con asuntos de negocios y cosas de ese tipo.- dijo, todavía tranquilo, pero recobrando su tono usual serio.- además de eso. . . la llamo para hablar  de algunas cosas, sobre el joven Andrew amo Andrew…- dijo, su tono seguía igual pero había algo indescifrable en el.



La madre superiora lo escuchaba hablar con una expresión mas seria en el rostro de lo que en realidad sentía, cosa que le pasaba aunque no quisiera, pero al escuchar la forma en la que decía el nombre de Andrew, su expresión cambio un poco, estaba extrañada.        



Mientras tanto, margarita estaba parada cerca de la madre superiora y podía escuchar partes de lo que decía ese hombre, sentía mucha expectación y ansiedad por que sabía que estaban hablando de Andrew.

Después de un rato margarita salió de la salita en donde estaba ella y la madre superiora hablado con mr. Schwer.

Capitulo 4. parte 2. andrew & cristina



 Eso le dio un buen susto a todos en especial a Andrew quien la agarraba con fuerza y luego la dejo en el suelo.

-ha….Andrew, perdón… perdón, soy  tan torpe…-dijo cristina, apenada  con la cabeza algo baja después de que Andrew la bajase al suelo con cuidado.

-si, eres muy torpe- dijo Daniela sin darle mucha importancia.

- Daniela, por favor!...cristina, solo ten mas cuidado, de acuerdo?...- dijo amablemente Andrew, quien se había preocupado bastante.

Cristina aun mirando hacia el suelo asintió levemente con la cabeza un poco sonrojada, Andrew al verla sonrío levemente pensando que se veía muy linda así, se acercó a ella y acaricio su cabello. 

Capitulo 4. parte 1. andrew & cristina


Era ya la hora del receso y Andrew salió al jardín del colegio con su bulto y el cuaderno de dibujo en mano, camino hasta alejarse un poco del tumulto de adolecentes hablando y al llegar a un lugar donde se encontraba un gran árbol se sentó bajo su gran sombra.

Abrió su cuaderno de dibujo y se acomodó en para estar mas cómodo, no estaba seguro de que quería dibujar, se puso a pensar pero pronto se distrajo. El descanso no duraba demasiado nunca, aunque más que todo era que el tiempo parecía irse volando siempre, y aunque le molestaba la presencia de algunas personas, por la única razón en particular por la que quería estar solo a veces era por que sentía que lo necesitaba, necesitaba pensar, escuchar sus propios pensamientos, resolver sus problemas, pensar en alguna de sus ideas ya fueran triviales o mas profundas, meditar o simplemente estar consigo mismo, escuchar música o leer un libro. Pero siempre apreciaba y espera la compañía de las personas que realmente eran sus amigos.



El viento movía las ramas de los arboles y Andrew se había puesto a leer recostado del tronco de el árbol, el ambiente estaba bastante tranquilo o eso le parecía, una ráfaga de viento desordeno su cabello y las paginas de su libro, Quito unos mechones de su cabello que le molestaban la vista y continuo leyendo.

De repente Andrew creyó oír un ruido proveniente de tras de él, miro hacia ambos lados pero no vio a nadie, pero cuando se disponía a seguir leyendo ya que tal vez hubiese sido solo su imaginación, al fijar de nuevo su vista en el libro no supo si sorprenderse o que, por lo que veía, un frijol de Carmelo y un pequeño osito de goma habían aparecido como caídos del cielo, pero eso era imposible....... a menos que….

Unas risitas de chica se escucharon por encima de su cabeza y de inmediato se le quito esa cara de sorprendido que se le puso por un segundo, miro así arriba de él  y allí en las ramas del árbol vio a la causa de todo aquello, dos chicas, Cristina y Daniela, las dos eran grandes amigas suyas y dos irremediables pequeñas acosadoras de su persona, aunque eso era mas bien lo que pensaba la gente, para el simplemente eran sus amigas.



-hola Andrew! … –lo saludaron las dos desde halla arriba, las dos sonreían, cristina traía una pequeña bolsita llena de caramelos y ositos de goma, lo cual explicaba los dulces que se habían caído.

-¿que hacen allí arriba ustedes dos?....- dijo Andrew.

-¿que? ya no saludas Andrew?....- dijo Daniela,  tenia puesto un abrigo marrón encima de su uniforme y ella si traía el cabello de su color natural que era un marrón claro, liso y corto cerca de los hombros, también era bastante bajita.

-ha…. “hola”… y no lo dije por ser odioso, es que se pueden lastimar si se caen desde allí arriba y eso…- dijo Andrew, tratando de darse a entender, con una expresión que seguía neutral.

La reacción de ambas chicas fue parecida, pero siendo según ellas, tan diferentes, aparentemente no lo demostrarían  todo el tiempo…

-hay, que lindo… oíste eso cristina? Se preocupa por nosotras…-dijo Daniela dirigiendo la mirada de Andrew a cristina.

-no es como si no me preocupara por ustedes casi todo el tiempo… pero ya, en cerio, bájense de allí, las monjas las van a ver… y además, parecen un par de gatas de Cheshire allí arriba, par de acosadoras sin remedio…-termino diciendo Andrew, sin intensión de ser grosero en ningún momento, al contrario, era muy educado con ellas casi todo el tiempo, y lo que dijo al final asta le dio risa.

-como si me preocupara que las monjas me vean aquí arriba…- dijo cristina casi sonriendo y pasando un mechón de cabello naranja detrás de su oreja- además… eso no es cierto… (Sonrío) yo soy tu única y oficial acosadora personal.

-ok… -se limito a decir Andrew.

-pero, sabes algo… así no parezco neko de Cheshire…-dijo Daniela, y de alguna parte saco un cintillo negro con un par de orejas como de gato pegadas.- así si parezco neko.- Y sonrió.



 El primer timbre sonó, Daniela y cristina comenzaron a bajar del árbol, en un rato Daniela ya estaba abajo pero a cristina todavía le faltaba un poco, y como todavía se encontraba a una considerable distancia del suelo, Andrew sentía y no podía quitarle la mirada de encima por que le ponía nervioso que se callera y se lastimara (y si! Era solo por eso!).

De repente se escucho un crujido proveniente de una de las ramas donde cristina se apoyaba, la rama se rompió lo cual hiso que cristina callera también, pero antes de que su cuerpo se impactara con  el suelo, Andrew corrió y la atrapo en sus brazos.

Capitulo 3. andrew & cristina


-Hermano Andrew,… me voy a ir con mis nuevos padres…. Me adoptaron…-dijo Caterina, a la niña se le quebró la vos un poco, porque aunque estaba feliz de tener  padres, Andrew había sido como un hermano para ella desde que era una bebe en el orfanato, ella le decía hermano mayor y él le decía enana….



Andrew se levantó del sofá y se acercó a la niña quien seguía con la mirada clavada en el suelo de madera de la biblioteca… bueno, no era como si esto no le hubiese pasado antes…. Ver como muchos de esos niños con los que había crecido y visto crecer a lo largo de su vida junto a él en el orfanato se iban a lo que él esperaba fuera una mejor vida, que los adoptaran le hacia muy feliz, porque tendrían eso que el nuca tuvo.



Andrew se arrodillo frente a Caterina para estar más o menos a la altura de la pequeña, se la quedo viendo un momento y luego la abraso con cariño…

-tranquila, mi enanita… todo estará bien- de nuevo miro a la niña- esto es algo bueno para ti… y eso me hace muy feliz…- Y le dio una pequeña sonrisa.



Andrew tuvo que levantarse y salir de allí, por culpa de ese sentimentalismo que no podía evitar mostrar, y que le desagradaba la mayor parte del tiempo. Termino de tomar las cosas en su morral del colegio y salió de la biblioteca dedicándole una última mirada a su pequeña Caterina y alboroto su cabello con su mano al acariciarlo por última vez…



Adiós, onni-chan…- la niña no pudo resistir en llamarlo así por última vez, tenía unas pequeñas lagrimitas sentimentales en los ojos y un poco de rosa en las mejillas. Y mientras salía, Andrew al escucharla no pudo evitar que una pequeña sonrisa por la mescla de emociones, apareciera en su rostro.



Andrew camino por el pasillo que conducía hasta la entrada de la casa con paso decidido, pero tenía algunos sentimientos alborotándole el pensamiento, y era algo que no podía evitar que pasara. . .

  Salió del orfanato y se encamino por la acera de la calle a caminar como casi todos los días hacia al colegio de monjas al que iba desde que era un niño… hay estudiaban otros huérfanos y también chicos y chicas que no eran huérfanos…  como dos de sus mejores amigas y la mayoría de sus compañeros idiotas de salón con los que no hablaba mucho… repentinamente, pesando en eso le vino a la mente las imágenes de Cristina y Daniela a su mente….

Últimamente pasaba más tiempo con ellas dos, eso le gustaba, así no tenía que escuchar tantas de las tonterías que a veces decían sus amigos. Y tenían bastante en común, esa eran una de las cosas que los había unido estos últimos meses…



Andrew  llego al colegio de monjas, aún era temprano, y eso que estaba nervioso por si llegaba tarde, no quería que las monjas lo regañaran por llegar tarde…



Iba caminando por un pasillo que se dirigía al salón de último año cuando percibió un olor a caramelos que le resultaba extrañamente familiar…

-Por qué no puedo usar mi cabello como yo quiera?...- dijo la voz de una chica de cabello teñido de naranja, y de dónde provenía el olor .



-señorita Jiménez,  no discutiré esto de nuevo con usted!...- se escuchó la voz de la monja josefina que era la directora de disciplina del colegio.





Andrew sintió la necesidad de detenerse y no cruzar por el pasillo, pero lo pensó un poco mejor…y estas cosas viniendo de su amiga parecían algo más usual de lo normal.





-Si viene mañana con el cabello así, llamare a su padre…- escucho Andrew que decía la monja.



No me importa… igual tengo que venir… -pensó cristina.





Andrew estaba asomado por las escaleras viendo aquello, decidió ir en reversa después de aquello porque le pareció que sería incomodo si pasaba y lo vieran…





-Señor Andrew!...- escucho que decía la monja,…bueno, que le gritaba, y se quedó helado allí mismos.



-sí, señora…?-fue lo único que le salió allí detenido…





Cristina, al escuchar que la monja pronunciaba el nombre de Andrew, se voltio y miro con brillo en los ojos al chico pero sin decir nada aun…



-ven un momento muchacho… -dijo con su voz casi transformada de lo amable y le sorprendió, aunque después de pensarlo un segundo, no había razón para que no fuera así.



Así que se acercó a ellas un poco tímido, cristina lo miraba con una de sus hermosas sonrisas, la saludo dándole una tímida sonrisa, la monja le pregunto algunas cosas sin mucha importancia y dio por terminada el asunto con cristina el cual fingió no haber escuchado cuando la monja se lo pregunto, y para terminar el asunto los mando a su salón a cada uno.





La monja veía como Andrew y cristina se iban caminando.



-Tal vez el influya en ella….- dijo para sí misma la monja con cara pensativa.



-o tal vez ella lo corrompa…- se escuchó que decía una voz y la monja se sorprendió volteando asía detrás suyo…

Capitulo2. andrew & cristina




El padre levanto el rostro del periódico que había estado leyendo y miro a Andrew dirigiéndole una sonrisa,



- buenos días Andrew- dijo el padre anciano.



 Andrew entro en la cocina, saludo y dio los buenos días a todos allí y se sentó en la silla en la que usualmente se sentaba, esa era su familia… o por lo menos las personas a las que conocía y quería como su familia.



Tal vez es que cuando estas solo en el mundo, te vuelves así… -Pensó Andrew sin su sonrisa, cabizbajo.



Y sin darse cuenta, por un momento dejo de escuchar  al mundo, pero de repente la voz de la madre superiora lo saco de sus pensamientos y recuerdos de su pasado.



-Andrew,  apresúrate a desayunar,…necesitamos hablar de algo antes de que te vayas a clases, ¿de acuerdo?... – dijo la madre superiora, con ese tono de voz  y actitud que siempre tenía.

     Era un monja de unos 50 años y casi siempre se le veía con cara seria, y esa actitud también la tenía con casi todos los estudiantes del colegio de monjas que eran los compañeros de Andrew desde siempre, pero tiene un gran corazón con el que crio a Andrew y siempre lo tiene como un caso aparte de los demás.





-de acuerdo…-dijo Andrew, respondiendo calmadamente, como algo que le pedían todos los días, las monjas siempre le pedían cosas en el orfanato, y el las ayudaba en lo que podía siempre.



Andrew desayuno normalmente y luego se dirigió a la biblioteca donde la noche anterior se la había pasado dibujando y escribiendo esas historias que inventaba, que le posesionaban y que trataba a toda costa de que las monjas no leyeran… no es que escribiera cosas indebidas,… es que se reconocía a sí mismo como como una persona introvertida y un potencial escritor en el futuro, pero muy tímido.





        Estaba sentado en  el sofá de la biblioteca guardando sus libros y esas cosas en su bolso antes de irse a la escuela,  cuando entro la madre superiora con una pequeña niña caminando a su lado…



-Andrew…-dijo la monja, con la pequeña a su lado agarrando una maleta, la madre superiora puso su mano en el hombro de la pequeña.



Andrew levanto su mirada y dejo lo que estaba haciendo para prestarle atención a la monja.

-¿qué pasa?...- dijo Andrew.

-Caterina… quiso venir a despedirse de ti.-dijo la madre superiora.

Andrew entendió a la perfección, pero por alguna razón se quedó callado un rato….

Capitulo 1. andrew & cristina





Era una mañana algo fría y poco usual, Andrew se despertó lentamente, intento recordar lo que había soñado la noche anterior pero no lo logro, lo cual a veces le desanimaba un poco por qué entonces no podía escribir el sueño.  La luz del sol que comenzaba a atravesar  la ventana tipo vitral de su cuarto le daba a la habitación esos colores y esa sensación tan familiar para él y que recordaba desde que tenía memoria… 



No quería levantarse, hacia demasiado frio, pero pronto como empezó a quedarse dormido de nuevo escucho unos golpecitos a su puerta.



-Andrew, levántate…- dijo la voz delicada de una chica, y Andrew escucho como el cerrojo de su puerta se abría dando paso a una linda chica albina de ojos verdes, vestida con una camisa manga larga beige, una falda larga marrón claro y unas sandalias sencillas.  – Vamos Andrew…- dijo y acercándose a él lo tomo de un hombro intentando despertarlo. Andrew abrió los ojos adormilado y miro a la chica.



-te estamos esperando allá abajo, Andrew, vamos… - dijo la chica cerca de él.



-bien… ya voy, ya voy…- dijo Andrew, moviéndose un poco entre las sabanas  y obedeciendo sin muchas ganas se sentó en la cama medio arropado y la chica arreglando un mechón de su cabello casi blanco detrás de su oreja se disponía a irse diciendo que lo esperaba en el comedor.



  -ok, margarita… iré en un momento...-  le dijo Andrew  y ella salió del cuarto cerrando la puerta.







Ya solo en su cuarto, Andrew volvió a tirarse en la cama, se estiro como siempre lo hacía y estiro su brazo hasta su mesa de noche para tomar sus lentes y se los puso…      













Después de darse un baño y arreglarse, Andrew bajo del tercer piso por las escaleras en donde estaba su habitación  hasta el comedor en la planta baja de la casa donde lo esperaban tres monjas, la chica albina, dos niñas, un niño y un padre, todos sentados en una gran mesa ovalada de madera. 


Buenos días- dijo Andrew  abriendo la puerta y miro a las personas que lo se encontraban allí, a su familia…